Pasas por la calle y es inevitable ver a miles de personas caminando, unas flacas, gordas, feas, simpáticas, etc, y es que de alguna u otra manera, en nuestra vida, nos da curiosidad, al momento de observar a alguien, conocer de inmediato cómo es, que cualidades y que defectos tiene. Con cualquier reacción que este tiene podemos notar de manera indirecta detalles de su personalidad. Adler dividió los tipos de personalidad y comenzó nombrando al tipo dominante. Si alguien que conoces tiende a ser agresivo o trata de manipular a los demás de alguna manera, considéralo en este grupo. Su energía es tan grande que muchos de ellos terminan siendo sádicos o valentones. Los que por defecto no gozan de energía tienden a herirse a sí mismos, como los alcohólicos, adictos y suicidas. Mujeres maltratadas o personas regidas a la violencia son consideradas en el tipo de erudito son más sensibles. Los denominados “emo” o aquellos que tratan de ocultar su “vida” tras ropa negra y extravagante son personas de tipo evitativo, bajos de energía y que solo pueden sobrevivir si evitan lo que es vivir. La persona educada, que saluda cordialmente al momento de verte o que no se queda callado y busca algún tema de conversación cuando te encuentra, no es que este enamorado de ti, sino que, es una persona de tipo socialmente útil, es sana, tiene tanta energía como interés social. Es importante que conozcamos estas características para comprender como son realmente las personas que nos rodean, y en cualquier momento sepamos cómo actuar y manejar con estilo la situación
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