SÍNDROME DE KIKO

¿Quién no quedó, queda y seguirá quedando encantado con este personaje que nos es tan familiar, Kiko? Con un toque de egoísmo, travesura pero con el toque exacto de ternura muestran un ejemplo nato de cómo es ser el hijo único, esta vez lo llamaremos “Síndrome de Kiko” y es que para muchos es el sueño más anhelado del mundo, el tener cosas propias y no compartirlo con nadie, siguiendo nuestro sentimiento egoísta. Nunca sentirán que alguien les roba sus sitios, los únicos consentidos de casa, y es que para algunos ser el hijo único seria la razón perfecta para tener lo que quieran, sus padres no tienen otras preocupaciones que él. Esta situación, hace que el hijo único se sienta muy seguro de sí mismo y que tenga una autoestima muy alta. Maduran mucho más rápido y adquieren fácilmente comportamiento adulto. Su desarrollo lingüístico es sorprendente y poseen una gran capacidad intelectual, debido a la intensa relación que tiene con el mundo adulto y a la gran atención y estimulación que reciben de sus padres. Su imaginación es muy desarrollada, ojo las desventajas también son algo complicadas, empieza a nacer el sentimiento egocéntrico, egoísta y en algunos casos soberbio, cuando se les mima demasiado alucinan que son el centro del mundo y al momento de encontrarse en un área diferente a las de su casa, pueden llegar a tener dificultades de relación interpersonal. Nunca podrán conocer ni experimentar el amor entre hermanos. No tienden a ser solidarios ni a saber compartir con los demás. Son personas que disfrutan de la atención exclusiva de sus padres, siempre está pendiente de él mismo. Ser hijo no es fácil y debemos tener en cuenta cuales son los beneficios y desventajas de serlo, ¿Cuáles son las tuyas?